La Nena está con varicela. A las primeras manchas del cuello enseguida le siguieron muchas otras y después de cuestionar si era una alergia o varicela, el pediatra nos confirmó que se trataba de la enfermedad. No ha tenido fiebre en ningún momento, está alegre y no parece tener picor. La erupción sigue su curso y está dentro de la normalidad. Pero… ¿Y el Nen?
El Nen ha conseguido no contagiarse! -de momento, en 15 días seguro que cae, uff-. En un primer momento tanteé la opción de proteger al niño del posible contagio, pero después pensándolo bien entendí que resultaría misión imposible. Los mellizos andan juntos a todas horas, aporrean y muerden los mismos juguetes e incluso cuando me despisto comparten chupete…así que como evitar el contacto? Según tengo entendido el virus se transmite por medio del aire, al respirar, hablar, toser, etc...Y a través de las pupas. Entonces ¿Yo a Boston y Tú a California?…no va a ser ésta la manera.
He aceptado –con una buena dosis de resignación- que continúen su convivencia con total naturalidad, como de costumbre compartiendo juegos y espacio. Por mi parte, de momento mantengo la calma, que ya es mucho!!! Cuido la piel de la Nena para evitar infecciones o mala cicatrización, y espero que el Nen consiga librarse de esta dichosa varicela.
-¡No se va a librar, no se va a librar!- Ainsss…mi marido realista.
Nota: Existe la vacuna contra la Varicela VARILRIX pero desconozco en qué casos es conveniente.